almeida –22 de marzo de 2015.
Y por más que lo di soñado
e invertí mucho en pensar,
nunca pude imaginar
que saborear tu labios,
tu cuello, tus manos,
fuera una meta a alcanzar.
Solo me puedo declarar
cuanto más incrédulo,
en mis brazos te tengo
y no sé si es real
no puede ser, tanta suavidad,
temo despertar, en cualquier momento.
En silencio te vas
después de estremecer
tu deseada piel,
y yo vuelvo a la realidad
pensando si fue verdad,
o si te volveré a tener.
Mas, lleno de pasión,
abrazo de despedida
con vuelta prometida,
pero no hagas ruido por favor,
que no perdona el amor,
una escapada prohibida.
Eramos dos fugitivos
jugando a conocerse,
y ahora temen perderse
pues nos vale lo ya vivido
para creer en el destino,
y tener mucho que agradecerle.