almeida – 20 de octubre de 2015.
Las pezuñas de las vacas
van levantando el polvo
se dirigen hacia el prado
caminito del arroyo
Los tiernos brotes esperan
a insaciables rumiantes
que comerán todo el día
antes de volver al establo
Cuando empieza a anochecer
regresan por donde han ido
a fuerza de ir todos los días
ya conocen el camino
Ahora la ordeñadora
irá extrayendo ese néctar
que brota por sus pezones
hasta que se queda seca
Ese líquido vital
cargado de proteínas
alimenta a todo el pueblo
mientras a ellas alivia